¿QUÉ ES? Cuando hablamos de Estimulación Temprana hablamos de alimentación cerebral, de crecimiento neuronal. Uno de los objetivos será conseguir una organización neurológica adecuada.

El cerebro crece con el uso. Por lo tanto, debemos alimentarlo ofreciéndole una rica y gran variedad de OPORTUNIDADES para desarrollar al máximo las funciones y las dimensiones de la inteligencia que nos definen como seres humanos.

 También tiene como objetivo la prevención, permitiendo evitar o reconducir las dificultades que puedan presentarse en el proceso educativo.

¿PARA QUÉ? La inteligencia abarca mucho más que los aspectos meramente  cognitivos, intelectuales o académicos. En consecuencia, debemos ofrecer oportunidades para desarrollar la capacidad de analizar la realidad que nos rodea, imaginar cómo debería ser y actuar en su transformación. Es decir, para ser capaces de dar una respuesta eficaz y adecuada a los problemas que se nos presentarán en la vida.

¿CUÁNDO? El momento privilegiado de construcción del cerebro es entre 0 y 6 años. La etapa en la que el cerebro tiene más plasticidad, más circuitos neuronales y se crea gran parte de la red del sistema nervioso. Al mismo tiempo, el entorno del niño/niña en ese periodo influirá en el número de interconexiones neuronales que tendrá en la edad adulta.

¿CÓMO? Aplicando programas concretos que cumplen tres leyes: frecuencia, intensidad y duración. A través de ellos ofreceremos la posibilidad de desarrollar la movilidad, la atención, la memoria, la seguridad, la motivación, la afectividad…